De ascendencia neozelandesa; mientras sus padres le prohibían jugar al rugby, su abuelo le llevaba a entrenar a escondidas bajo una disciplina exagerada. Tras la muerte de éste, y la confrontación continua con sus padres, Mark llegó a la alta competición envuelto en un sentimiento de ira irreconciliable en contra de su familia. Esa rabia la transformaba en una brutalidad y violencia desmedida en el terreno de juego, lo que le llevó a ser expulsado de 5 equipos, y sancionado en infinidad de ocasiones. Finalmente, un brutal placaje a un rival dejó a éste paralítico y la Federación le retiró la licencia de por vida, por lo que Caretaker tuvo que buscar amparo en la Triple W para expresar toda su agresividad. Sin embargo, y tras seguir un tratamiento que apaciguara su estado mental, fichó por el equipo de Fútbol-Americano, Madrid Miuras. Tras 3 minutos como jugador del nuevo equipo madrileño, rompió su contrato en plena rueda de prensa para poder hacer frente a Byron Savage, y seguir, de este modo, su andadura en el wrestling.
Ha hecho del ring su terreno de juego, no busca sólo la victoria, sino destrozar a todo rival que se le ponga por delante, y en la Triple W sabe que conseguirá la gloria que no le han permitido en el césped.
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